Descripción:
No hay que confundir el espliego con la lavanda, aunque son primos hermanos son desde el punto de vista bioquímico bastante diferentes y consecuentemente tienen propiedades terapéuticas algo distintas. El espliego teme el frío contrariamente a la lavanda. Lo encontraremos creciendo hasta una altitud máxima de 800 metros. Es fácil en cambio encontrarlo cerca del mar. El cruce natural del espliego con la lavanda dio nacimiento al llamado lavandín, planta híbrida y estéril de la cual también se extrae un interesante aceite esencial próximo al de lavanda.
Propiedades terapéuticas: Antifúngico. Antibacteriano. Antiviral. Inmunoestimulante. Cicatrizante excepcional. Antálgico, analgésico. Anti-inflamatorio. Antitóxico. Anticatarral, expectorante.
Indicaciones terapéuticas: Otitis, sinusitis, bronquitis, rinitis, laringitis. Zona, varicela, herpes labial. Quemaduras incluso severas. Llagas, eczema, psoriasis, acné. Picaduras de animales venenosos e insectos: serpientes, medusas, escorpiones, arañas, avispas, abejas. Neuralgias dentales. Cefaleas, migrañas. Micosis cutáneas y vaginales. Reuma articular, contracturas musculares, neuritis. Astenia nerviosa, depresión.
Bienestar psico-emocional: El aroma del espliego ayudará a las personas con rigidez mental, intolerantes y con mentes cerradas. Ayuda a transformar los esquemas mentales.
Ingredientes:
Nombre botánico: Lavandula spica o latifolia
Lugar de procedencia: España
Parte destilada: Flores
Principales componente:1,8 cineol (28 a 35%), linalol (27 a 43%), alcanfor (10 a 23%)
Familia botánica: Lamiaceae
Identidad aromática: Carácter de flor y de hierba
Modo de uso:
Se recomienda diluir en aceite vegetal antes de aplicar sobre la zona deseada
Advertencias: Desaconsejado su uso durante el embarazo y la lactancia.
Almacenamiento: Mantener lejos de toda fuente de calor y luz. Mantener fuera del alcance de los niños pequeños.
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