Descripción:
Esponja de baño pensada para todo tipo de pieles. Puedes usarla tanto en seco para exfoliar el cuerpo como en húmedo para el baño. Si tienes la piel delicada o en bebés es recomendable usar la esponja de luffa blanda. Una ventaja muy interesante de la luffa es que la propia esponja suelta un componente llamado cucurbitacina, un activo muy hidratante para la piel. Gracias a las propiedades de la luffa, estas esponjas pueden usarse con o sin jabón. Previene la celulitis. Estimula la circulación sanguínea. Elimina las células muertas. Previene el enquistado del vello. Reduce los puntos negros. Reduce el exceso de grasa. No deja residuos dañinos en la piel. Se pueden usar tanto en seco como en húmedo. Son más higiénicas que las esponjas convencionales.
La luffa se obtiene de un fruto de la familia de las cucurbitáceas, la misma a la que pertenecen las calabazas y calabacines. Se cultiva y se deja secar el fruto de manera que sólo queden sus fibras. Están cultivadas sin ningún tipo de químico ni productos que puedan dañar la tierra en plantaciones totalmente sostenibles donde se reaprovechan los residuos naturales de la plantación como compost para la misma.
Están libres de plástico. Son más higiénicas que las esponjas convencionales. Duran más que las esponjas convencionales, entre 4 y 6 meses. A diferencia de las esponjas comerciales, de materiales sintéticos, la producción de esponjas de luffa es respetuosa con el medio ambiente. 100% naturales y biodegradables.
Ingredientes:
Luffa cylindrica (nombre científico), Cordel natural.
Modo de uso:
Para exfoliar, frotar el cuerpo en seco con movimientos circulares y en dirección al corazón. Para usar como esponja de baño, mojar la esponja y frotar suavemente sobre el cuerpo con o sin jabón. Enjuagar bien, escurrir y dejar secar en un lugar ventilado.
Puedes desinfectar la esponja de vez en cuando si lo ves necesario hirviéndola durante 3 minutos o metiéndola en el microondas entre 10 y 20 segundos.
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